1.-Anchoas

Sé que a mucha gente no les gustan, pero las anchoas añaden tanto sabor a la comida sin un sabor a pescado abrumador.

Las anchoas son pequeños peces que proporcionan grasas omega-3, un tipo de grasa poliinsaturada saludable.

Las grasas omega-3 son una parte importante para mantener nuestras membranas celulares fuertes y saludables.

Y como los huesos son pequeños y comestibles, las anchoas son una fuente de calcio sorprendentemente buena para tener huesos y dientes fuertes.

Otros pescados grasos y saludables que puedes considerar añadir a tu dieta son el salmón, el arenque, la trucha arco iris y las sardinas.

El salmón es uno de mis favoritos; ¡podría comerlo todos los días si mi presupuesto me lo permitiera!

2.-Aguacate

Los aguacates han ganado mucha popularidad a lo largo de los años, y por una buena razón. Solían ser rechazados por su contenido en grasa.

Ahora sabemos que la grasa monoinsaturada de los aguacates es una grasa saludable, sin mencionar que contienen antioxidantes como la luteína.

Los aguacates también pueden ayudar a sentirse lleno, según un pequeño estudio publicado en el Journal of Nutrition.

Los investigadores añadieron cerca de la mitad de un aguacate Hass al almuerzo de 26 adultos con sobrepeso.

Y probaron cuán llenos los mantuvo durante las cinco horas después de comer.

Calificaron su apetito en una escala visual antes y después del almuerzo, y los resultados muestran que en comparación con la comida de control sin aguacate…

El almuerzo con aguacate añadido mantuvo a los participantes 23 por ciento más satisfechos.

3.-Aceite de oliva

El aceite de oliva es la principal grasa utilizada para cocinar en la dieta mediterránea.

Mientras que alrededor del 40 por ciento de esta dieta proviene de la grasa, esta forma de comer podría ser un camino viable para la pérdida su mantenimiento.

En un estudio de un año de duración publicado en el Journal of the American College of Nutrition, las dietas mediterráneas con alto contenido de aceite de oliva:

Dieron lugar a importantes reducciones de peso y de la circunferencia de la cintura.

Si bien una dieta baja en grasas también condujo a la pérdida de peso, el estudio demostró que una dieta mediterránea puede ser una alternativa eficaz.

Si me han seguido durante mucho tiempo, también sabrán que soy partidario de la dieta cetogénica, que pone un gran énfasis en las grasas saludables.

Cuando compres tu aceite de oliva, ten en cuenta que no todos los aceites son creados iguales.

Se realizó un estudio que encontró que la mayoría (73 por ciento) de las marcas de aceite de oliva más comunes vendidas  estaban diluidas con otros aceites.

Esos son en realidad los aceites de los que usted quiere mantenerse alejado.

El Consejo del Aceite de Oliva de California ofrece una certificación de autenticidad que puede buscar en las botellas de aceite de oliva en la tienda de comestibles.

4.-Huevos estrellados

El huevo ofrece proteínas saciantes, grasas saludables y es una de las pocas fuentes de vitamina D que se consumen comúnmente.

Pero sólo si se come el huevo entero, ya que muchos de los nutrientes están en la yema.

Los ensayos clínicos también sugieren que la inclusión de huevos puede ayudar a controlar el peso:

Uno de estos estudios, publicado en el International Journal of Obesity, comparó los alimentos típicos del desayuno: huevos contra bagels.

El estudio incluyó un desayuno de 340 calorías – ya sea huevos o bagels – para adultos con una dieta restringida en calorías o no.

Cuando los participantes ya estaban reduciendo las calorías, los huevos parecían darles un impulso: perdieron un 65 por ciento más de peso.

Sin embargo, sin los controles de calorías, era difícil ver algún efecto.

Por lo tanto, si bien es posible que desees vigilar tu ingesta general, el desayuno con huevos puede ayudarte a alcanzar tus objetivos de pérdida de peso.

5.-Nueces

Hace tiempo que sabemos que las nueces son saludables para el corazón, pero ahora hay investigaciones que sugieren que también son beneficiosas para el peso.

En un estudio de observación que revisó los hábitos alimenticios de 14.386 personas.

Quienes comían al menos 1,75 onzas de nueces por semana tendían a tener un índice de masa corporal y una circunferencia de cintura más bajos.

En el estudio se incluyeron varios tipos de nueces: almendras, nueces de Brasil, anacardos, avellanas, macadamias, pacanas, piñones, pistachos y nueces.

En un ensayo clínico de un año, los sujetos asignados a comer una dieta mediterránea con nueces añadidas tenían también una circunferencia de cintura reducida.

La mejor noticia es que este estudio no restringió las calorías, lo que significa que estos resultados son mucho más significativos para la vida cotidiana.

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