No es ningún secreto que muchas personas que intentan perder peso o ponerse en forma evitan la báscula. Pesarse puede ser desalentador, especialmente si no ves los resultados que deseas. Pero evitar la báscula por completo puede hacer más daño que bien.

He aquí por qué: sin pesajes regulares, es fácil convencerse de que estás progresando cuando en realidad no es así. Por ejemplo, puedes sentir que estás comiendo menos y haciendo más ejercicio, pero la báscula puede contar una historia diferente. O, si has estado atrapado en el mismo peso durante un tiempo, evitar la báscula solo hará que sea más difícil superar esa meseta.

Pesarse regularmente es una de las mejores maneras de seguir tu progreso y mantenerte responsable. Sin embargo, también puede desencadenar conductas de TCA (Trastorno de Conducta Alimentaria). Por ejemplo, si ves que el número de la báscula es más alto de lo que esperabas, puede desencadenar anorexia o bulimia. Si sientes que la báscula está desencadenando comportamientos de TCA, hay algunas cosas que puedes hacer. Primero, comienza a pesarte con menos frecuencia. Por ejemplo, pésate una vez cada dos semanas en lugar de diariamente. Esto reducirá el riesgo de que ver tu peso desencadene un comportamiento de TCA.